martes, 8 de noviembre de 2011

STATISTICS HELL


Buf, esta última semana he tenido problemas con la conexión a Internet y por momentos ha sido un infierno… Sin embargo hoy no quiero aburriros con las vicisitudes de mi línea-caracol. Tanta pelea con la tecnología me ha hecho reflexionar sobre como a veces las cosas que se supone te tienen que solucionar la vida resulta que te la complican mucho más (e.j. el abre-fácil, los tapones de rosca de la leche...); y te pueden causar más incertidumbre, estrés, e incluso miedo, de lo que pretendían curar desde un principio.

Un buen ejemplo de esto es la estadística. Quizás algunos no me comprendáis, pero a mi la estadística siempre me había dado pánico. Se supone que es una herramienta indispensable para cualquier científico, una herramienta útil que nos ayuda a creernos los resultados que obtenemos, a tener más seguridad en ellos y a convencer a nuestros colegas de que lo que reportamos no es sólo fruto del azar…. Ya… pero cuando veía un p < 0.001, o un F27,103 , o las palabras "homocedasticidad" o "ordenación" me entraban los sudores. Por suerte he pasado esa etapa y, con la inestimable ayuda de mi amigo Luis Cayuela, he aprendido mucho, avanzado mucho e incluso puedo decir que le he cogido cariño a la letra "p", las ecuaciones, y a palabras como "randomización" o "Akaike"....

Pero antes de Luis, los comienzos fueron duros. Tras muchos años de pánico, de aprobar exámenes de estadística si saber muy bien cómo, de leer artículos saltándome por completo la parte de los análisis estadísticos (y con ellos los resultados, la verdad…), llegó el día en que ya no tuve más remedio que afrontar la realidad. Estaba de estancia en Groningen (Holanda) y me tocaba analizar e interpretar unos datos que ni siquiera había cogido yo, y así, a pelo, me lanzaron una hoja de Excel aterradora al regazo virtual de mi ordenador… ¡y pretendían que yo sacara algo en claro! Y entonces ocurrió algo, una especie de epifanía en mi limitado mundo matemático… Como no sabía manejar el programa y me vieron bastante pez, me prestaron un libro "Discovering Statistics Using SPSS", de Andy Field.

¡Por primera vez en mi vida me enteraba de lo que ponía en un libro de estadística! No sólo me explicaba cómo utilizar el programa, sino también contaba, de manera muy sencilla y con mucho sentido del humor (¡sentido del humor en un libro de estadística!) el por qué de cada paso que se daba, cómo interpretar los resultados y "advertía" cuando algunas de las matemáticas subyacentes eran difíciles y engorrosas…. ¡y te decía cuándo te las podías saltar! Este hombre se convirtió en mi héroe…. Y aunque es verdad que cuando realmente he aprendido a dominar (algo) la estadística ha sido al enfrentarme a problemas concretos que tenía que resolver, utilizar ese libro fue el primer granito de arena para desembarazarme de mis miedos y entrar en un nuevo mundo en el que no sólo empezaba a entender, sino a apreciar lo extraordinariamente útil y esclarecedora que podía ser (ojo, sin ser la verdad absoluta, que para eso somos científicos).

Y da la casualidad de que hace poco, buscando precisamente una solución estadística a un problema, me topé con su página web: STATISTICS HELL
(http://www.discoveringstatistics.com). El tipo ha resultado ser de lo más curioso, un catedrático de Psicopatología Infantil atípico, desde luego....

Aquí van un par de extractos de su web traducidos, para que veáis cómo se las gasta:

"Odias la estadística. Aborreces las matemáticas, te meas encima a la mínima mención de la esfericidad. A la gente normal le encantan estas cosas, pero tú, barril de flemas numero-fóbico, estás aterrado. Temiendo por tu vida sin sentido te lanzas patéticamente a internet buscando ayuda. Un extraño relámpago de electricidad llega a tu casa enviando una descarga a través de tu computadora. Saltan chispas como tentáculos de la pantalla, fusionándose con tu cara y absorbiendo tu cabeza y cuerpo hacia una espiral de números que es el Infierno Estadístico. Tu crimen es cagarte en los pantalones cuando se menciona un test de la t, tu castigo una eternidad en el infierno de la estadística. Yo soy el carcelero, el malvado amo de este mundo de números. Aunque los primeros que dan sus temblorosos pasos por este mundo de ecuaciones pudieran confundirme con un humano lleno de empatía y compasión, bajo la piel soy números sin alma."
[..]
"He escrito algunos libros. Puede que ya hayas comprado alguno de ellos, o quizás tengas mejores cosas en las que gastar el dinero, puede que te hayan gustado, o que hayas tirado el dinero a la basura, o puede que seas un Dragón de Komodo bailando ballet. ¿Quién sabe?…."

Por increíble que parezca, esta manera de escribir la mantiene en sus libros: el humor, la excentricidad y las anécdotas ayudan a Andy Field a trasmitir ideas y conceptos estadísticos, yo creo que con bastante eficacia; sobre todo para atemorizados principiantes. Si os interesa (si lo necesitáis, aunque no os guste reconocerlo), os animo a entrar en su página (la parte de "Evil Familiar" en Life es buenísima, especialmente para los amantes de los gatos), a leer sus libros, y a dejar que os ayude a sumergiros en un nuevo mundo y tenerle un poquito menos de miedo a la estadística.

2 comentarios:

  1. Pues me pasa lo mismo. Me lo estoy pidiendo para reyes. A ver si me saca de algún apuro en la parte final de la tesis :)

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  2. ¡Ánimo con la recta final! Seguro que te sirve, o por lo menos verás la estadística de otra manera.. jeje.

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